Repasando
la Revista Social. Magazine mensual, que dirigió Gabriel Menéndez en tiempos
del Maximato en Yucatán (o Boxpatismo, periodo de predominio político de
Bartolomé García Correa, el Boxpato), comprobamos dos cosas: a Carrillo Puerto
se le endiosó, se le convirtió en un Kukulkán, y como dios, su doctrina fue
enclaustrada y encerrada en la fortaleza que los socialeros de dientes afuera
construyeron y denominaron Casa del Pueblo.
Por
otra parte, es muy interesante ver que las viejas familias de alcurnia que el
Dragón rojo de Motul combatió, con el Boxpatismo regresaron. Las ideas de
reforma social, educación, justicia social y modernidad que engendró el
movimiento de masas campesinas dirigidos por Carrillo Puerto, degeneró a una
fiesta carnavalesca en tiempos del umanense Box Pato, cuyas orgías con la
nobleza yucateca en su finca Hollywood y otros socialeros de dientes afuera,
fueron célebres. Asimismo, clubes de bienpensantes meridanos volvieron por sus
fueros a establecer las costumbres y la moralidad decimonónica.
Pero
esto era poco, lo peor del legado socialista estuvo en la condición precaria
del campesinado henequenero (distinto al del campesinado en el sur y oriente
yucateco, generalmente, chicleros en aquellos tiempos), comprobado por Lombardo Toledano en el llanto del sureste, cuyo culmen se presentó
en los crímenes de estado acaecido en Opichén en 1933.
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